Los aficionados alertan de importantes trabas a la recolección

Los micólogos asturianos temen que la creación de cotos de setas coarte la libertad de los aficionados para salir al campo a recolectar hongos. Ricardo Fernández, vicepresidente de la Sociedad Asturiana de Micología, considera que detrás de las intenciones del Gobierno regional se esconde el afán de recaudar en tiempos de estrecheces.

«Lo único que van a conseguir poniendo limitaciones a la recolección es que se dejen de hacer excursiones y que bajen los ingresos de los pueblos», señala. También considera «discriminatorio» que los que no son de una zona deban pagar para buscar setas en ella, como es el caso de Castilla y León. Otro de los «peros» que pone es que una vez que se paga la tasa por recolectar una cantidad determinada «nadie garantiza que vayas a encontrar setas para llevarte a casa», comenta. En cambio, está de acuerdo con que se regule la explotación y el comercio de setas en el Principado.

El micólogo Manuel Sánchez-Ocaña estima necesario vigilar que las setas que recoge el aficionado no sean para explotación comercial. «El problema no son los cotos, sino que se cobre por coger algo silvestre que no ha sido plantado por nadie», recalca. En Asturias se recogen varias toneladas de setas al año aunque la cantidad varía según las condiciones climatológicas. En esta época del año proliferan especies como la Calocybe gambosa y las morchelas (Morchella esculenta), que aparecen en áreas húmedas de baja altitud.

Oviedo, M. J. I.